El rinoceronte es el segundo mamífero terrestre más grande del mundo (después del elefante), y la más grande de las cinco especies de rinocerontes existentes actualmente. Tienen la cabeza estrecha y muy alargada, y el labio superior hendido; su piel desnuda y endurecida, que le da un aspecto acorazado, y sus dos poderosos cuernos que salen de la parte superior de la cabeza, que son de queratina, la misma sustancia que forma nuestro pelo o nuestras uñas.
El rinoceronte blanco no tiene un buen sentido de la vista, pero sí del oído y el olfato. Las comunicaciones olfativas juegan un papel importante en la seguridad de su territorio.
Los machos son de costumbres solitarias, defienden territorios de hasta 200 hectáreas que delimitan con orina y pilas de excrementos. Las hembras, más sociables, pueden formar pequeños grupos más o menos estables con crías y jóvenes inmaduros de hasta diez o más individuos. Los rinocerontes se muestran especialmente activos de noche, pues de día el calor excesivo les perjudica; por eso pasan las horas más calurosas durmiendo en algún lugar sombrío.
A pesar de que se ha recuperado un poco en los últimos años, la persecución a la que está sometido para obtener sus cuernos, muy apreciados en la medicina tradicional de algunos países de Oriente, lo han colocado en una grave situación de riesgo de extinción.
PESO: 1350 a 3500 kg
ALTURA: 1’75 a 2’85 m
ALIMETACIÓN: herbívoro
PERÍODO DE GESTACIÓN: 16 a 18 meses, 1 cría
HABITAT: bosques y sabanas
REPRODUCCIÓN: vivíparo
LONGEVIDAD: 45 a 50 años
ESTADO DE CONSERVACIÓN: casi amenazado (NT)